Nosotros, Aduanas, notamos un rasgo prominente y lo exageramos.
Hacemos la nariz bulbosa y las orejas capaces de volar sobre el muro,
algo así como Dumbo buscando la frontera en la noche oscura del desierto.
Pero lo que no tuvimos en cuenta en esta caricatura
es que le dimos a Primitiva la habilidad de escuchar su pase a la cárcel-libertad,
cómo escuchar un acento y luego escuchar otro (¡conoces muchos acentos de ese modo!)
en el puerto de entrada y los acentos buscan trabajo en el pellejo podrido de la frontera.
Aunque el pellejo de la frontera esté podrido, le echamos
nueva piel encima para siempre mantener la pudrición.
¡Deja el pellejo podrido de la frontera en un solo lugar para que sea fácil rastrearlo!
Jamás dejamos que nuestra frontera se mueva porque entonces tendríamos que rastrearla y borrar sus pasos.
Puede que J. Cristo sea tu copiloto, Primitiva, pero tú eres la nuestra
y si te encontramos desmayada en el desierto somos nosotros quienes te cargaremos el resto del camino,
derecho a una celda de detención y en tres días te levantarás y volverás como la verdad zombie.
La verdad zombie camina entre nosotros.
Conocemos esta parábola porque ya la hemos escuchado. La travesía
de esta cruzante cumple la misma parábola de J. Cristo.
Eso es al menos lo que nos han dicho; ¡Sus palabras son la verdad
el camino y la vida y así es Primitiva!
Tal es como la vemos, pero es posible que nunca nos veamos
de vuelta en la piel de una cruzante, nuestro genuino deseo, shhh.